El Dr. Suzuki, quien desarrolló el Método que por él es conocido así, creció en un ambiente familiar musical. Su inquietud por la Música lo llevó a iniciar sus estudios musicales en el conservatorio de Tokio, y en 1920, se trasladó a Alemania para continuarlos.
Durante su estancia en Alemania, al Dr. Suzuki le resultó complicado hablar el idioma alemán. Sin embargo, dicho suceso marcó el desarrollo del Método Suzuki, al observar que a los niños nativos de Alemania les resultaba realmente muy sencillo y en forma natural aprender su Lengua Materna o Lenguaje del Habla, y no lo fue así para el Dr. Suzuki; lo aprendió, lo hablaba, pero no lograba perfeccionarlo como esos niños.
Por mucho tiempo estuvo reflexionando este suceso, hasta que finalmente llegó a la conclusión de que existe un método, tan natural y fluido, mediante el cual todos los niños aprenden a hablar su Lengua Materna. Pero lo más sorprendente era que al cabo de un tiempo los niños dominaban a la perfección el uso de su lengua materna, a diferencia de él, que siendo un adulto extranjero no lograba ese dominio. Sus observaciones y análisis lo llevaron a desarrollar el Método de la Lengua Materna, o como es conocido también, el Método Suzuki.

El Método Suzuki traslada la misma técnica natural de cuando aprende un niño a dominar su Lengua Materna, por otro lenguaje no verbal que es la Música, al aprender a tocar un instrumento.
Aunque pudiera parecer muy simple o natural el aprendizaje de la Lengua Materna, resulta que tiene un potencial enorme el que todos los niños, desde su nacimiento, puedan desarrollar habilidades, entre ellas las musicales, en un ambiente propicio, lleno de amor y ternura. Se requiere trasladar a ese ambiente esa misma atención, dedicación, pero sobre todo brindarlo con todo el cariño. Será sorprendente el resultado de las habilidades que pueden desarrollarse, como es hablar o aprender a tocar un instrumento. Lo maravilloso de esta técnica natural es que puede ser aplicada en el desarrollo de diferentes habilidades en los niños, logrando que el aprendizaje sea natural.
La repetición
En la enseñanza de la Lengua Materna en casa, ningún papá o mamá se cansa de repetir una palabra como puede ser “papá” o “mamá” al momento de estar enseñando a hablar a un niño. Se le repite una y otra vez, las veces que sea necesario, y el reconocimiento que recibe el niño al decir sus primeras palabras es constante.
Ninguna nueva palabra es descartada, cada nueva palabra se transforma en un logro para la familia, se agrega al vocabulario y resulta más fácil de pronunciar. sobre todo más fácil de repetir y de recordar.
Lectura y escritura
Para el infante, sólo se considera su ingreso a los aprendizajes escolarizados de lectura y escritura cuando demuestra un dominio suficiente de la lengua materna. Por analogía, en el Método Suzuki la lectura de la Música sigue el mismo cauce; sólo se aborda la lectura musical cuando el niño es capaz de comunicarse musicalmente hablando, lo que se traduce en interpretar piezas u obras de forma natural.
Así cómo los padres se han dado a la tarea en el aprendizaje de la Lengua Materna, tienen la tarea de replicar, en la enseñanza musical, la misma analogía. Los padres deben aplicar la misma dedicación, la paciencia y sobre todo el cariño cuando el niño comienza a decir sus primeras “Palabras Musicales”.
Las primeras palabras
En el aprendizaje de la Lengua Materna, el niño empieza a decir palabras sueltas. Esas palabras como “Papá o Mamá” las aprende y no las olvida. El uso cotidiano lo lleva a articular frases más complejas como: “Papá tengo hambre” o “Mamá, ¿me das mi juguete?”. En la Educación Musical sucederá lo mismo; gradualmente, el niño estará ejecutando pequeñas melodías, las que aprenderá y no las olvidará hasta llegar a tocar una pieza u obra completa.
Una vez aprendida esa primera pieza, pasará a tocar nuevas obras, incrementando paulatinamente sus habilidades técnicas, que se reflejarán en una ejecución musical admirable que sorprenderá a todos.
Chocolate dulce
En Suzukids Puebla, esas primeras palabras musicales se aprenden a través de la melodía “El Chocolate Dulce”, también conocida como “Chocolate Coco”, que es la primera palabra musical que el niño puede decir y que se trata de una conjunción rítmica, así es como el Método Suzuki se va alimentando paulatinamente de más palabras musicales.